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3 de Julio de 2003

Seguridad en los hoteles

El presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona, Jordi Clos, criticó ayer la carencia de infraestructuras, la inseguridad en Barcelona y la falta de limpieza. La presentación del informe de ocupación de las plazas hoteleras en la ciudad en el primer semestre del año tuvo dos ejes: la inquietud por los robos a los turistas y la alarma por el crecimiento del número de habitaciones. Según Clos, la criminalidad en la zona de La Rambla y otras partes de la ciudad supone una "masacre", que repercute en el recuerdo de Barcelona que se llevan los turistas. "Nuestros hoteles se encuentran continuamente con quejas de clientes que han sido atracados, y estos hechos dañan gravemente la imagen de la ciudad". Como, en su opinión, también la dañan la insuficiencia del transporte público durante los fines de semana, la suciedad en Ciutat Vella --"tercermundista", en su definición-- y el insuficiente mantenimiento de algunos espacios. "Si no arreglamos esas cosas y no tenemos más infraestructuras como el AVE o un mejor aeropuerto, nunca seremos una primera potencia hotelera", señaló. Barcelona ocupa el séptimo puesto en la clasificación de las ciudades europeas con mayor demanda hotelera, cuando hace tres años se encontraba en el décimo. Pero, para el presidente del Gremi d'Hotels, "tenemos capacidad para estar más arriba, sólo por detrás de ciudades como París o Londres".

CIFRAS PREOCUPANTES

La demanda se ha incrementado un 15% desde el 2000, pero no va al mismo ritmo que la oferta. Del 2000 al 2003 la oferta de habitaciones ha aumentado un 33,3%, de acuerdo con el informe. Clos declaró que "es una cifra que comienza a ser preocupante. Tenemos un turismo de calidad, y sería peligroso que, con el exceso de la oferta, acabásemos como otras ciudades costeras: masificadas y con un bajo nivel de turismo y de servicio hotelero". De acuerdo con los datos de esta asociación, los hoteles de Barcelona reciben nueve millones de pernoctaciones al año. Según Clos, serían necesarias 12 millones de pernoctaciones para cubrir la oferta hotelera, "y la ciudad no está preparada para recibir ese número de visitantes". El 73% de las habitaciones de los hoteles de la ciudad han estado ocupadas durante los primeros seis meses del año, lo que supone un descenso del 2,6% con respecto al mismo periodo del 2002. Con diferencia, los meses de menor ocupación fueron marzo y abril, con una bajada del 7%, siendo la principal causa la guerra en Irak. El descenso afectó especialmente a los hoteles más lujosos, de cuatro y cinco estrellas. TRES AÑOS A LA BAJA Esta caída de la ocupación lleva siendo una constante en los últimos tres años. Desde el 2000 ha bajado un 8,6%. Sobre las causas de este descenso, Clos volvió a afirmar que "el principal motivo es el crecimiento de la oferta". Los precios han tenido un comportamiento similar al de la ocupación, disminuyendo un 3,6% con respecto al 2002. Los hoteleros esperan que la constante a la baja en la ocupación cambie durante este verano. Según su presidente, "las previsiones apuntan a que tendremos un altísimo nivel de ocupación en julio y agosto". JUAN RUIZ

Fuente: EL PERIÓDICO