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4 de Abril de 2008

Los médicos valencianos exigen vigilancia en los centros de salud tras dispararse las agresiones

"Como no me des la baja te voy a matar." Es la amenaza de un paciente a su médico de cabecera en un centro de salud de Valencia. Una de tantas. Los facultativos denuncian que cada vez sufren más agresiones que les hacen, incluso, temer por su propia vida. En el último año, médicos y enfermeros han denunciado un total de 118 agresiones en la Comunitat Valenciana -90 y 28 respectivamente-, según datos de la Conselleria de Sanidad.
La espiral de ataques a sanitarios se registra en los centros de salud. "Todos los días algún médico de Primaria sufre una agresión física o verbal. Somos el primer filtro por el que pasa el paciente y no tenemos ningún tipo de seguridad que nos proteja ante un imprevisto", explicó Vicente Sanmartín, representante del Sindicato Médico CESM, el mayoritario.
Y es que los centros de Atención Primaria no cuentan con ningún vigilante de seguridad, como sí los hay en hospitales y centros de especialidades valencianos. "Cuando un médico de familia es víctima de la agresión de un paciente tiene que llamar a la Policía Local para que acuda porque allí no hay nadie que les pueda auxiliar", explicó el secretario general del sindicato, Andrés Cánovas.
Según estimaciones de CESM, en los últimos cinco años el número de agresiones de enfermos a doctores ha aumentado un 70%. Ante el alarmante incremento, los médicos exigen que los centros de salud -más de 250 en toda la Comunitat- cuenten con personal de vigilancia. "Estamos abandonados a la suerte de los pacientes", lamentó un médico.
También las enfermeras denuncian la indefensión que sufren en su trato diario con el paciente. "En los hospitales y en urgencias no hay suficientes guardias de seguridad que puedan acudir rápidamente en caso de incidente. Y en los centros de salud, donde cada vez hay más agresiones por la masificación y la lentitud, directamente no hay vigilancia", aseguraron fuentes del Sindicato de Enfermería Satse.
La principal causa de ataque es el tiempo de espera que tiene que soportar el paciente para ser atendido. "Siempre que vengo al médico ya sé que me llamará una hora después de cuando me han citado", comentó una usuaria en la sala de espera del consultorio de Gil y Morte.
Otro de los motivos más habituales de agresión es la oposición del doctor a firmar una baja médica que considera que no procede. También son constantes los enfrentamientos por la negativa del sanitario a prescribir recetas inadecuadas -con cartilla de pensionista cuando el enfermo que acude a la visita no lo es-. "Dame la receta que te estoy pidiendo", espetó, mientras golpeaba la mesa, un paciente a un médico que le negaba un medicamento.
Desde la Conselleria de Sanitat apuntaron que no todos los centros de salud carecen de seguridad. "Por ejemplo, en el centro de Primaria de Xàtiva y en Canals cuentan con un guardia. En el de San Isidro de Valencia hay dos vigilantes de seguridad. Además, tanto hospitales como centros de salud tienen una extensión de teléfono que al marcarla te pone en contacto con la centralita de seguridad", explicaron.
Los casos de agresiones se agravan en los PAS (los puntos de atención continuada, que atienden por las tardes y los festivos). Según explicó Vicente Sanmartín, la mayoría de médicos que están en estas consultas son mujeres que, en ocasiones, sólo cuentan con la presencia de una enfermera en todo el recinto. "Cuando tienen que visitar en un domicilio, van con su propio coche y sin acompañamiento y muchas veces se han encontrado con drogadictos, delincuentes y asesinos. En esos casos estamos vendidos", aseguró el representante de CESM.
Pero la presencia de vigilantes en los centros de salud no es la única solución que contemplan los médicos para acabar con la inseguridad. Desde CESM abogan por que los facultativos no pasen la consulta solos. "Llevamos mucho tiempo reivindicando que el médico pase la consulta con un auxiliar administrativo. La presencia de otra persona junto al doctor puede hacer que el paciente se lo piense dos veces antes de agredirle", afirmó Cánovas.
Lo cierto es que el conseller de Justicia, Fernando de Rosa, admitió ayer la necesidad de reforzar la protección jurídica de los profesionales sanitarios, ya sean médicos o enfermeros. En la rueda de prensa que ofreció conjuntamente con el titular de Sanidad, Manuel Cervera, anunció que pedirá al Gobierno la reforma del Código Penal para que se contemple como delito de atentado a la autoridad la agresión al personal sanitario durante el desarrollo de su actividad.
Actualmente, según explicaron fuentes de la Conselleria, sólo está contemplada esta calificación para los funcionarios públicos, pero los médicos se consideran personal estatutario por lo que una agresión tan sólo supone una falta. El conseller pretende que se recoja expresamente en el Código Penal la condición de autoridad para los facultativos.
Desde el Colegio de Médicos explicaron que todas las medidas que contribuyan a evitar agresiones son positivas. Sobre todo, el anuncio de De Rosa de que pedirá al Gobierno que modifique el Código Penal. "Saber que una agresión al médico será un delito y no una falta contendrá más al paciente. Tendrán conciencia de que a la segunda ocasión vas a la cárcel y eso le frenará más", aseguró a LAS PROVINCIAS el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Valencia, Vicente Alapont.
Sin embargo, Alapont explicó que no se puede hablar de forma generalizada de las agresiones a los médicos. "Quienes atacan a los facultativos son unos energúmenos y hay que tomar todas las medidas posibles contra ellos. Pero también es cierto que se trata de casos individuales y no se puede extender a toda la sociedad", afirmó el presidente del Colegio de Médicos.
Pese al incremento de agresiones de pacientes a médicos, estas no son nuevas. Y algunas de ellas, han tenido gran repercusión. En 2005, un facultativo y dos vigilantes del Hospital de Elda denunciaron al hijo de un paciente por atacarles. El enfermo, de etnia gitana, sufría un aneurisma arterial y su estado pasó a ser muy grave. Un familiar amenazó a los sanitarios ante la posibilidad de que el paciente falleciera y propinó un puñetazo a uno de los médicos residentes. También le dio un mordisco a uno de los guardias cuando este trató de detenerle.
En 2006, la familia de un niño que falleció calcinado en Castellón agredió al médico que le iba a informar sobre el estado del otro hermano. El facultativo recibió un puñetazo al negarse a dar datos del pequeño ya que, en ese momento, no estaban los padres delante.
Según explicaron desde el Sindicato Médico CESM, muchos médicos prefieren pasar por alto algunas de las agresiones verbales e incluso algunos ataques físicos "porque los sufren constantemente y si lo denunciaran, se pasarían más tiempo en el juzgado que pasando visita", explicaron.

Fuente: LASPROVINCIAS.ES